Este post está destinado a otro de los grandes ignorados, o más bien obviados, de la creación literaria: el estilo. Sí, sé que sabes que lo tienes, pero ahora vamos a intentar descubrir qué es lo que hace que tu estilo sea tan original y único.

Estás con la radio puesta, suenan los primeros acordes de una canción que nunca antes has escuchado, miras a quien tienes al lado y dices: “Esto es Sober”. Por supuesto, en cuanto acaba la canción el locutor te da la razón y la otra persona te mira preguntando cómo lo has reconocido tan rápido. Tú hábilmente respondes: “Pues… está claro, esa voz es inconfundible”.

Reconoce tu estilo

¿Qué es esa voz que oigo?

Identificar una voz con una persona no es una tarea difícil, pero determinar qué tiene esa voz que la hace distinta de la de otras personas requiere un poco más de esfuerzo. Por muy fan que seas, si te preguntan cuáles son las características de la voz del cantante de Sober probablemente no sabrías qué decir.

Pues aunque no nos demos cuenta, lo mismo pasa en literatura con el estilo. Cada escritor tiene su propio estilo, que es único e irrepetible, y nadie podrá arrebatárselo. Los lectores sin darse cuenta reconocerán poco a poco esos rasgos aunque no sean capaces de describirlos, a pesar de que con el tiempo se modifiquen ligeramente.

Ahora bien, aunque para el lector sea una tarea inconsciente, nosotros mismos podemos (y debemos) ser capaces de detectar los rasgos principales de nuestro estilo y utilizarlos y moldearlos siempre a nuestro favor.

 

Factores que condicionan el estilo

Tu estilo depende de varios factores que van más allá de ti. Básicamente, los más importantes son:

  • Contexto: tu educación, tu posición social, tu edad…
  • Entorno: tu familia y amigos, el lugar donde te criaste…
  • Habilidades y personalidad: capacidades y aptitudes propias

Es evidente que no escribe igual una persona con estudios medios que universitarios, alguien nacido en los ’80 que un hijo del nuevo milenio. Pero aun en el caso de tener un gemelo o un clon, tu estilo, como tu manera de ver la vida, seguiría siendo único.

Por supuesto, estos factores influyen y condicionan nuestra vida en general, a mí me gusta verlos como las gafas que llevo siempre puestas para ver el mundo, aunque para dormir y soñar me las quite. Están ahí y me acompañarán toda mi vida, antes las consideraba un lastre pero ahora me sirven de guía.

 

Rasgos identificativos

Reconocer los rasgos de tu estilo es un primer paso que te permitirá ser más consciente y autocrítico para avanzar y mejorar en muchos sentidos.

Para determinar tu estilo, te propongo hacer una pequeña escala con estos rasgos (del 1 al 5, el 1 coincide con la expresión de la izquierda y el 5 con la de la derecha) tomando como base lo que escribes. Procura mirar el texto desde fuera, y recuerda que no hay respuestas buenas ni malas dentro de este pequeño test.

1) Frases cortas > frases largas

¿Eres de los que lo dice todo en una línea, o necesitas varios párrafos?

2) Oraciones simples > Oraciones subordinadas

¿De pequeñ@ te aburría eso de hacer árboles sintácticos, o por el contrario te fascinaba?

3) Palabras coloquiales > palabras neutras > Palabras técnicas

¿Pretendes que te se entienda, o que tus lectores se deleiten y se instruyan con la gracilidad de tu lenguaje?

4) Repetición de palabras > Abundancia de sinónimos

¿En un mismo párrafo puede haber dos cosas que te gusten, o prefieres que una te guste y la otra te agrade (o te mole, según convenga)?

5) Palabras comodín > Perífrasis

¿Haces la siesta, la echas o duermes un sueño reconfortante a mediodía?

6) Uso de signos de puntuación > Uso de conectores

Se nota que te gusta escribir. Tu estilo es brillante. Tu público te adora. O, lo que es lo mismo: Se nota que te gusta escribir y además tu estilo es brillante, es por eso que tu público te adora.

7) Tiempos verbales básicos > tiempos verbales complejos

¿Utilizas, has utilizado, utilizarás o utilizarías la amplia variedad de tiempos verbales que tenemos en español?

8) Texto poético > texto prosaico

¿Prefieres palabras que queden bien en el texto aunque su significado no sea preciso, o utilizas palabras que digan exactamente lo que quieres decir?

9) Texto “para leer” > texto “para ser leído” (en voz alta)

¿Hablas como escribes, escribes como hablas… o ninguna de las dos cosas?

10) Se entiende “a la primera” > Hay que leerlo varias veces

¿Quieres que el lector se relaje o que se implique?

Estos son los rasgos básicos que yo suelo utilizar para analizar el estilo como paso previo a la corrección. Pero obviamente podrás encontrar bastantes más. Puedes utilizarlos a tu gusto, transformarlos y por supuesto te animo a añadir alguno más y compartirlo con nosotros.

 

Modelar el estilo, ¿para qué?

Una vez que has determinado de manera objetiva cómo escribes, es el momento de dar un paso más.

Aunque en esencia el estilo sea invariable, personal e intransferible, los rasgos que lo componen sí podemos al menos matizarlos y de hecho lo hacemos, a veces sin darnos cuenta. Porque muchas veces el estilo no depende sólo de nosotros, sino que hay que adaptarlo a:

  • el público
  • la línea editorial
  • el género literario
  • los personajes (entre ellos, el narrador)
  • otras características del relato

Nuestro éxito dependerá, entre otras cosas, de cuánto estemos dispuestos a ceder en términos de estilo para no olvidar estos factores. Pero sin perder un ápice de personalidad. Y siempre teniendo siempre en mente que el estilo “genuino” del autor debe predominar por encima de todos ellos.

Reconoce tu estilo

Nuestra pregunta

¿Cómo definirías tu propio estilo?

Author

37 años. Asesora lingüística, escritora y experta en comunicación y lenguaje.

11 Comments

  1. Un poco simplista y difuso, ya que, entre otras cosas, abunda la variedad de formas dependiendo de que personajes introduzcas, a no ser que todo el relato esté escrito narrativamente. Y también aquí el tono variará de un relato a otro dependiendo de que tipo de historia se trate, y de cómo se desee contar.
    Un último apunte:está muy bien que deseéis poner el nombre de la provincia en su idioma natural pero, en ese caso, sería Bizkaia, con i latina; no la mezcla que habéis perpetrado entre el castellano y el euskera. Corregidlo. Gracias.

    • Muchas gracias por avisarnos sobre el error con el nombre, Koldo. Al principio estaban todos en castellano, pero después los cambiamos su nomenclatura oficial. Durante el proceso se debió producir esa equivocación 🙂 Ya está corregido, no te preocupes.

      Sobre lo que comentas del artículo, prefiero que te conteste Audrey, que para eso es la autora.

      Un saludo y gracias por tu comentario. ¡A seguir escribiendo!

    • Muchas gracias por el comentario, Koldo.
      Efectivamente, el estilo es algo tan amplio que podría abarcar muchos posts como este. En esta ocasión pretendía dar unas pinceladas sobre algo que a mí me parece obvio pero quizás no lo es tanto.
      Por desgracia, en la mayoría de cursos de Creación Literaria se enseña a “tener un buen estilo” cuando en realidad no existen estilos buenos ni malos.
      Todos hemos leído obras “bien escritas” que sin embargo resultan aburridas para el lector o incluso inverosímiles porque el escritor no ha sido capaz de modelar el lenguaje. Yo considero que el hecho de que los personajes utilicen el mismo lenguaje que el narrador es una falta de estilo más grave que escribir con una corrección gramatical perfecta, por ejemplo.
      Desde mi punto de vista, si no sabes reconocer cómo escribes y por qué lo haces precisamente así, te será bastante difícil utilizarlo como punto de partida para dar brillo al relato.

  2. Me ha sorprendido el análisis del estilo que haces en este post. Yo no soy lingüista y hay ciertas cosas que identifico con el estilo; pero veo que hay muchas más y voy a tomarme en serio analizar mi propio estilo y mejorarlo. Un saludo.

    • Gracias por el comentario, Rebeca.
      Me alegro de que te haya sido útil el post y espero que te sirva como ayuda para crear nuevas experiencias a partir de tu propio estilo. Y que las compartas con nosotros, por supuesto.

  3. @GabiCourtesan Reply

    Tema interesante. Buen post!
    Procuro que mi estilo sea bien legible y, para ello, prefiero utilizar frases cortas. Utilizo todos los tiempos verbales que sean compatibles con la escena que describo. Creo que tengo un vocabulario amplio pero procuro no usar palabros demasiado cultos, pueden sonar pedantes/cursis. Presto mucha atención y busco sinónimos para no repetir la misma palabra. Y escribo diferente si es el narrador quien cuenta, un personaje que está pensando o uno que está hablando. Lo importante es que suene creíble. Mi idea es escribir para un amplio sector de público y hacerles fácil y amena la lectura, lo que no quiere decir hacer un texto simplón.
    Saludos,
    ProhibidaGabriela

    • Muchas gracias por la aportación, Gabriela.
      Hay gente que cree que escribir bien consiste en intercalar en su texto palabras cultas y rebuscadas aunque no tengan sentido, pero al final no existen los estilos buenos ni malos: El estilo depende de muchos factores, y personalmente creo que el público es uno de los que más hay que tener en cuenta para adaptarlo, aunque al final es indudable que lo que más se refleja es la personalidad del autor.

  4. Interesante entrada. Y como me entusiasma el tema, me voy a flipar y voy a responder cada uno de los elementos de acuerdo a mi propio estilo:

    1) Frases largas. Dan más ritmo a la narración.

    2) Tiendo a la simplicidad sintáctica, pero con frases largas suele requerirse alguna subordinada. En todo caso, procuro que no sea intrincada.

    3) Palabras neutras. Ni muy coloquiales ni muy técnicas.

    4) Prefiero los sinónimos, aunque debo trabajar en ello.

    5) Palabras comodín: máximo contenido en el mínimo continente.

    6) Conectores a tutiplén. Nada de pausas continuas.

    7) Creo que uso bastante tiempos verbales pero no me había fijado en ello. Lo haré.

    8) Poético, aunque no entiendo que se contraponga lenguaje poético a precisión. El lenguaje poético puede referir sucesos, emociones y propiedades muy concretas, por más que no las nombre directamente.

    9) No me lo había planteado, pero sí procuro que si mis textos tuvieran que leerse en voz alta fueran agradables al oído.

    10) Que se entienda a la primera por lo general, con intercalación de algunos fragmentos que hagan pensar, sobre todo el contenido.

    Aprovecho para mencionar una entrada de mi blog que trata sobre estilo y critica el efectismo: https://uranium4.wordpress.com/2015/12/24/tecnicas-narrativas-v-el-cadaver-del-efectismo/

    Un saludo

  5. Muy instructivo este post. El tema del estilo aplica tanto para el escritor como para el personaje. La forma en que se escriben los diálogos y el lenguaje que se utiliza en cada uno marcan la diferencia entre los protagonistas.

    Saludos!

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